Los nuevos ladrones ya no fuerzan la puerta: bumping e impresioning, las técnicas que amenazan a cientos de hogares en Bilbao

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En los últimos meses, Bilbao ha registrado un repunte de robos en viviendas en los que no se aprecian signos visibles de entrada forzada. La policía y los profesionales del sector apuntan a la proliferación de técnicas silenciosas como el bumping y el impresioning, cada vez más utilizadas por delincuentes para entrar en domicilios sin causar daños ni levantar sospechas.

¿Qué es el bumping?

El bumping es una técnica que permite abrir cerraduras introduciendo una llave manipulada (bump key) y golpeándola suavemente. Este golpe hace saltar los pistones del bombín y permite girarlo como si se tratara de la llave original. Es un método rápido, silencioso y prácticamente indetectable.

“El bumping no deja marcas visibles. Muchas víctimas ni siquiera se dan cuenta de que han sido forzadas, piensan que han olvidado cerrar”, explica Mikel Eizaga, cerrajero profesional en Bilbao y responsable del servicio urgente de Mikel Eizaga Cerrajeros.

¿Y el impresioning?

El impresioning es otra técnica silenciosa, aún más sofisticada, y también en auge. Consiste en introducir una llave en blanco envuelta en una lámina de aluminio o con un material sensible que registre las marcas internas de la cerradura. El ladrón manipula la llave repetidamente hasta que logra una copia funcional del original, sin necesidad de desmontar nada.

“Es como hacer un molde de la cerradura desde fuera. Con paciencia y habilidad, el delincuente crea una copia exacta sin dejar rastro alguno”, señala Eizaga.

¿Qué tipo de cerraduras están en riesgo?

Según Eizaga, la mayoría de cerraduras convencionales instaladas hace más de una década —incluso en puertas acorazadas o blindadas— son vulnerables a estas técnicas. También lo son muchas cerraduras baratas vendidas en grandes superficies, que no ofrecen protección real frente a bumping o impresioning.

“Muchos piensan que por tener una puerta gruesa ya están seguros. Pero lo que se fuerza no es la puerta, es el bombín. Si es antiguo o de gama baja, no resiste ni medio minuto”, advierte el cerrajero.

¿Cómo protegerse?

Los expertos recomiendan:
– Sustituir el bombín por uno antibumping y anti-impresioning con certificado de seguridad.
– Instalar escudos protectores macizos que impidan acceder al cilindro.
– Reforzar el anclaje de la cerradura y del marco de la puerta.
– Evitar cerraduras de sobreponer o bombines sin protección avanzada.
– Contar con el asesoramiento de un cerrajero profesional de confianza.

“Una inversión de 150 a 300 euros puede marcar la diferencia entre estar protegido o ser vulnerable. Es más barato que reponer todo lo que pueden llevarse en cinco minutos”, subraya Eizaga.

Verano, temporada de riesgo

Con el verano a la vuelta de la esquina y miles de viviendas que quedarán vacías durante semanas, los expertos insisten en la necesidad de revisar los sistemas de cierre.

“La sensación de seguridad no siempre es seguridad real. Mucha gente cree estar protegida porque nunca ha tenido un susto, hasta que lo tiene”, afirma Eizaga.

Desde Mikel Eizaga Cerrajeros, recuerdan que una revisión de la cerradura y el refuerzo de seguridad es una inversión mínima frente al coste económico y emocional que puede suponer un robo en casa.

“Hoy en día, los ladrones no entran a la fuerza. Entran como si tuvieran la llave. Y eso es lo más inquietante.”

La prevención, una vez más, sigue siendo la mejor cerradura.