A partir de ahora, las personas que soliciten un subsidio por desempleo deberán acreditar no solo sus ingresos mensuales, sino también el dinero disponible en cuentas y depósitos. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) verificará si el solicitante supera el límite económico establecido, considerando tanto la renta como el patrimonio líquido.
El objetivo es ajustar la concesión de estas ayudas a las situaciones reales de necesidad, de forma que quienes dispongan de un colchón económico significativo no puedan acceder a ellas. Esta medida se aplicará en todos los subsidios asistenciales, como los destinados a mayores de 52 años o a quienes han agotado la prestación contributiva.
El organismo recuerda que este control ya estaba contemplado en la normativa, pero ahora se reforzará con un examen más exhaustivo de la información financiera, que podrá recabarse de manera directa gracias a los cruces de datos con las entidades bancarias.
