El Diputado General de Bizkaia y Presidente del Patronato de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, Unai Rementeria, ha presentado junto con el director del museo, Miguel Zugaza, y la conservadora de Arte Moderno y Contemporáneo, Miriam Alzuri, la donación de tres pinturas de Ignacio Zuloaga, Anselmo Guinea y Benito Barrueta.
El Patronato del Museo de Bellas Artes de Bilbao aprobó el pasado mes de diciembre el ingreso de tres obras de los pintores vascos Ignacio Zuloaga, Anselmo Guinea y Benito Barrueta, que forman ya parte de la colección del museo gracias a la generosa donación de los coleccionistas Plácido, Maite y Francisco Arango García-Urtiaga, Carmen de Icaza Zabálburu e Ignacio Marco Gardoqui, respectivamente.
Se trata de Picador gitano de Ignacio Zuloaga (Eibar, Gipuzkoa, 1870-Madrid, 1945), La salla del maíz de Anselmo Guinea (Bilbao, 1855-1906) y Autorretrato, de Benito Barrueta (Bermeo, Bizkaia, 1873-1953); tres obras que, por distintos motivos, añaden valor a la representación de sus autores en la colección.
La donación de Picador gitano (1903) permite incorporar por vez primera a la colección del museo la temática taurina, característica en la producción del pintor y una de las claves de su éxito internacional. Se sabe que la obra fue adquirida en Venecia y después formó parte de colecciones en Fráncfort y Madrid hasta aparecer en el mercado en época reciente y ser adquirida por el coleccionista Plácido Arango, cuyos herederos la han donado al museo en su memoria.
La salla del maíz (1893) de Anselmo Guinea es una obra importante en la producción del pintor y en la pintura vasca. Pintada tras la vuelta de su primer viaje a París, representa la incorporación de Guinea a la modernidad defendida por su colega Adolfo Guiard, que le introdujo en la estética impresionista.
Con la donación del bello autorretrato de Benito Barrueta fechado en torno a 1905 -décadas antes del autorretrato que pertenece al museo fechado hacia 1943-45- se completa la efigie vital de uno de los más notables retratistas de la pintura vasca, homenaje permanente de la pintura moderna al ejemplo Velázquez.