La díficil situación económica de algunas familias vascas les empuja a tener que prescindir de las vacaciones de verano. La última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de Save de Children apunta que el 18% de los hogares vascos con niños y niñas no podrán disfrutar de ellas. Es la realidad de 66.000 menores de Euskadi. Según cálculos de esta organización, la situación se agrava por el elevado coste de estas actividades, que puede representar más del 17% del gasto anual en la crianza de un niño o niña,.
“La pobreza infantil no solo limita su presente, sino que compromete su futuro”, señala Charo Arranz, directora de Save the Children en Euskadi. La situación es aún más dura en familias monoparentales —en su mayoría encabezadas por mujeres— donde el 44% no puede permitirse ni una semana de vacaciones al año. Con un coste medio de crianza de 886 euros al mes por hijo o hija, el acceso a actividades vacacionales queda fuera del alcance para muchas familias.