Escuchar música vs oír música

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En el mercado actual todos los aficionados a la música tenemos claro cuáles son nuestros gustos y la forma en la que queremos oírlos, para ellos usamos en cada caso los elementos que tenemos en nuestras manos para dicha finalidad.

Equipos compactos, portátiles, HI-FI, High-end, móviles, reproductores Hi-res, altavoces bluetooth, auriculares de varios tipos. Ordenadores de cualquier tipo e incluso algún dispositivo para escuchar música por conducción ósea.

En este Artículo vamos a intentar diferenciar entre oír música con uno de estos dispositivos o escuchar música para poder llegar a apreciar la calidad del sonido.

Dado que actualmente ya casi todo el mundo usa música portátil nos vamos a centrar en esta forma de reproducción y vamos a dejar de lado la parte de soporte físico como el CD, Vinilo, etc.

Lo primero que debemos conocer es que dentro de la reproducción digital portátil y que casi todos los dispositivos a día de hoy pueden reproducir, encontramos los siguientes ficheros que solemos grabar en estos reproductores.  

Vamos a hablar de los más conocidos y dejamos de lado los que se usan para temas muy específicos. (MP3, FLAC, OGG y WAV)

Partamos de la base que el formato base es el del CD que usa una resolución de 16bits y un muestreo de 44,1khz.

Cifras que no fueron elegidas sin más; estas permiten a este formato reproducir los sonidos que se encuentran en el rango de frecuencias desde 20 Hz a 20 kHz, que coincide con bastante precisión con el límite de frecuencias que  percibe el sistema auditivo humano, aun teniendo presente que no todos tenemos la misma capacidad auditiva.

El más usado y el que usa la mayoría de los aficionados a la música portátil es el famoso MP3

MP3 es un formato que comprime los datos de la pista musical original para que se reproduzca de una manera más o menos fiel, sin que se note demasiado la pérdida de calidad.

EL MP3 es más o menos equivalente al AAC de Apple para sus sistemas.

La compresión en el  formato MP3 permite que una canción se pueda almacenar con un tamaño muy reducido, cuanto peor es la calidad de la pista en MP3, menos ocupa el fichero, pero también se oye peor.

Lo más habitual es que los archivos MP3 se configuren en 44 kHz en estéreo y 320 kbps, así conseguimos acercarnos a la calidad del CD.

NO deberías cargar o convertir música por debajo de estos parámetros, ya que la calidad se resiente mucho y en contra de lo que mucha gente piensa, sí se nota.

WAV, en su día muy popular y usado, a día de hoy ha perdido cuota por que la compresión en este formato ocupa mucho espacio, (sobre 10Mb por minuto), eso sí la compresión en formato WAV desde una fuente original es junto al FLAC el que más calidad aporta.

El WAV además en determinados casos da problemas al intentar convertir los ficheros a otras modalidades de las nombradas anteriormente.

FLAC—Free Lossless Audio Code, es  quizás el más popular y conocido para los amantes de la música en digital sin perdidas. 

EN Apple tienen uno propio muy similar que es el ALAC, es entre 5 y 10 veces superior en tamaño a un MP3 y NO tiene perdidas.

SI ALGUIEN PIENSA EN CONVERTIR SUS CD´S A FORMATO DIGITAL Y DESHACERSE DESPUÉS DEL SOPORTE FÍSICO, ÉSTE DEBERÍA SER EL FORMATO A USAR.

Actualmente es reconocido por todos los reproductores del mercado.

OGG– Es una alternativa libre a AAC y MP3 (aunque la patente de MP3 ya es libre a día de hoy). Su tamaño es similar al de MP3, pero su compresión es menor, guardando una mayor calidad de audio que el MP3, sobre todo en frecuencias altas, las cuales destroza el MP3 cuanto más bajo sea el bitrate. Además, mientras que MP3 llega a 320 Kbps, OGG llega hasta 500 Kbps.

En definitiva, de todos los formatos existentes el MP3 es el peor con diferencia y del que deberías huir si vas a pasar tus discos físicos a formato digital.

Para poder convertir cualquier Disco Físico a formato digital en el propio Windows hay una aplicación que te permite elegir el tipo de formato y la calidad a la que quieres convertirlo, es el reproductor de Windows media, el cuál es muy sencillo de usar.

A continuación pasamos a hablar de la parte donde escuchar cada formato.

Para oír los ficheros que tenemos en MP3 no deberíamos tener demasiadas precauciones y prácticamente cualquier dispositivo de reproducción con unos auriculares o altavoces existentes en el mercado son válidos para ello, luego dependiendo de la calidad de esos elementos, la escucha será mejor o peor en cada caso.

Lo que es seguro es que no se oye igual un amplificador, altavoces o auriculares baratos que unos de marca consagrada y con precios acorde a lo que se compra.

No siempre las marcas más conocidas o mediáticas son las mejores en relación calidad precio. (Es mejor si no entiendes, consultar con alguien cercano que conozca este mundo, todos conocemos a alguien que sabe de esto)

En el mundo del Audio musical hay tantos tipos de oyentes como personas distintas podemos encontrar.

1- Por un lado están los que simplemente escuchan música haciendo cosas en casa, yendo al bus, o que prefieren tener algo sonando , para acompañarles.

2-Pero otro lado está el tipo de personas que se sientan en su sillón favorito para pasarse horas escuchando música en su salón ante un equipo de música elegido con mimo  o que en su caso usan unos auriculares de mucha calidad para disfrutar del mejor sonido.

Si nuestro caso es el 1 podemos seguir usando lo que tenemos actualmente ya que seguramente no nos influye ni la calidad, ni la forma de escuchar los dispositivos.

Pero si nuestro caso es el 2, pongámonos manos a la obra.

Si hemos copiado nuestro  disco favorito en formato FLAC para obtener la mejor calidad de audio y no tenemos un equipo acorde, no sirve para nada, ya que si no tenemos los elementos necesarios se seguirá tratando por nuestro reproductor como un MP3. 

También podemos tener un dispositivo que reproduzca el formato FLAC pero la tarjeta de sonido integrada en nuestro dispositivo no cumpla, no aprovechando la calidad que nos ofrece un formato de compresión sin pérdidas. (Lo mismo sería para ALAC de Apple)

Para poder sacar el máximo de calidad a este tipo de archivos debemos contar con un reproductor cuyo fabricante apueste por calidad de audio, o bien tener  una tarjeta de sonido externa o DAC que procese dichos ficheros correctamente.

Para poder hacer esto en muchos casos necesitas lo siguiente:

Un Móvil con un DAC interno o procesador de audio como algunos HTC, LG, Samsung y Sony.

Es raro que un PC ya sea portátil o de sobremesa lo lleven incluido de serie si no lo pides o lo buscas en sus características al adquirirlo.

Y en los equipos de música de casa, los amplificadores actuales muchos ya lo traen de serie y en todo caso aparece en las características de los mismos, algo que deberíamos revisar a fondo antes de comprar cualquier dispositivo.

¿Pero podemos adquirir un dispositivo externo para poder convertir nuestro equipo de música normal, móvil, pc o portátil en un dispositivo actualizado para poder disfrutar de nuestra música en la mayor calidad posible?

SÍ, existen en el mercado multitud de dispositivos para realizar esta tarea.

Popularmente se llaman DAC Externos o  en el caso de un PC de sobremesa hay tarjetas de sonido que lo incorporan.

Con los móviles que no disponen internamente de un Dac para alta calidad, hay que tener una precaución y es que el móvil acepte por el puerto de conexión la característica OTG ya que los DAC externos se conectan por el USB.

Estos dispositivos se pueden usar para tu portátil, pc o móvil que disponga de OTG.

La marca más popular de dispositivos DAC externos es la conocida FIIO,  la cual dispone de sistemas  desde unos 50€, también existe un Dac por USB para portátiles o Pc´s que son los DragonFly de AudioQuest, que cuenta con 3 modelos actualmente, existen otras marcas y modelos con precios de hasta 10.000€ de FOSTEX  HP-V8.

En el próximo artículo, hablaremos propiamente del HI-Res en todo su contexto actual y veremos cómo podemos volver a revivir sistemas de Audio muy competentes y con una calidad excelente pero que hemos dejado aparcados por falta de actualizaciones en los mismos y que con una inversión ridícula podemos poner al día para reproducir casi cualquier cosa.

Rafael del Olmo, Tecnología.