El Ayuntamiento de Bilbao entrega las becas «Doña Casilda de Iturrizar-Viuda de Epalza» a diez estudiantes de la ESO

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El Alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha hecho entrega de las becas “Doña Casilda de Iturrizar – Viuda de Epalza” a diez estudiantes de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O) del curso 2018-2019, con el objetivo de marcar y premiar la excelencia educativa.

Concretamente se trata de 7 chicas y 3 chicos, que han recibido hoy de la mano del Alcalde de Bilbao, el diploma que les acredita la beca y el reconocimiento a esa excelencia educativa.

Las becas, destinadas a incentivar a estudiantes de los centros de enseñanza de la Villa, se conceden para cursar estudios de Bachillerato, Ciclos Formativos o grados universitarios. Para la selección de los/as beneficiarios/as se utiliza un procedimiento de oposición y se otorgan a los/as estudiantes más brillantes.

Este año se inscribieron 237 chicos y chicas de 38 centros con el objetivo de quedar entre los 10 primeros para conseguir una de las becas. En el mes de junio tuvieron que realizar cinco ejercicios (Lengua castellana y Literatura, Euskera, Lengua Extranjera, Matemáticas y Geografía e Historia) para optar a las 10 becas que hoy se han otorgado en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao.

El mantenimiento de la beca está condicionado a la obtención de una nota media de notable o equivalente cada curso objeto de la misma.

En esta edición los/as beneficiarias de estas becas son los/as siguientes:

  • Alba Ochoa Iturralde (BERRIO-OTXOA CPEIPS/HLBHIP)
  • Telmo Santamaría Zamorano (MIGUEL DE UNAMUNO IES/BHI)
  • Marina Ruiz Del Olmo (SALESIANOS DEUSTO CPEIPS/HLBHIP)
  • Martina Villate Martínez (KIRIKIÑO IKASTOLA CPEIPS/HLBHIP)
  • Unai Rementería del Valle (MIGUEL DE UNAMUNO IES/BHI)
  • María Martín Delgado (JESUITAK INDAUTXU CPEPS/LBHIP)
  • Nerea Sanz Magadán (JESUITAK INDAUTXU CPEPS/LBHIP)
  • Ane Wan Gutiérrez Martínez (CALASANCIO CPEIPS/HLBHIP)
  • Ander Villacián Crespo (ARTXANDAPE IKASTOLA CPEIPS/HLBHIP)
  • Idurre Larrucea Porras (JESUITAK INDAUTXU CPEPS/LBHIP)

BECAS CREADAS HACE MÁS DE UN SIGLO

El Ayuntamiento de Bilbao, a través de las becas Doña Casilda de Iturrizar – Viuda de Epalza, premia la excelencia al alumnado con mejores resultados académicos e incentiva a escolares de la Villa para cursar estudios de bachillerato, ciclos formativos o grados universitarios.

Para optar a la beca, el alumnado tiene que haber conseguido una nota media mínima de 8,5 puntos en tercero de la ESO y posteriormente competir en una oposición con otros estudiantes en idéntica situación. El mantenimiento de la beca, otorgada a los 10 alumnos y alumnas más brillantes, está condicionado a la obtención de una media de notable o equivalente en cada curso objeto de la ayuda.

Así, destacar que el número de aspirantes a las becas ha crecido considerablemente en los últimos años, pasando de 90 estudiantes en 2007 a los 237 actuales, poniendo en valor la excelencia educativa en Bilbao. Pero la existencia de estas becas data de hace más de un siglo.

Casilda de Iturrizar, también conocida como Viuda de Epalza, nació en Bilbao en 1818 y fue una gran benefactora bilbaína hasta su muerte en 1900. Creó un fondo para que ampliasen sus estudios los mejores alumnos y alumnas de las escuelas públicas de la Villa. Tras su muerte, en el año 1900, al proponer la construcción de un monumento a Dña. Casilda Iturrizar, para perpetuar la gratitud de la Villa a la insigne propulsora de la beneficencia y de la instrucción popular, se solicitó también al Ayuntamiento que acordase la consignación anual de 500 pesetas para el establecimiento de cuatro premios a los más aventajados alumnos y alumnas de las escuelas públicas de la Villa y que habrían de denominarse Premios de la Viuda de Epalza.

Tres años después, la Junta de Patronato de la Escuela de Ingenieros Industriales de Bilbao pone a disposición del Ayuntamiento cinco de las diez becas creadas ese mismo año, concediendo matrícula gratuita a las y los becarios y dejando en libertad al Ayuntamiento para fijar las condiciones de concesión.

Aceptada la oferta por el Ayuntamiento, en 1904 se aprobó el Reglamento redactado al efecto para la concesión de las cinco becas para el alumnado de las escuelas de la Villa que siguieran la carrera de Ingeniería Industrial, sobre la base de que el Ayuntamiento satisficiera a las y los becarios los gastos de la preparación para el ingreso en la escuela y la adquisición de libros.

Los becarios y becarias habrían de ser elegidas entre los niños y niñas que hubieran obtenido el Premio Viuda de Epalza. En 1905 se amplió la beca a la Escuela de Artes y Oficios y Capataces y en 1909 a Magisterio Elemental y Estudios de Comercio.

La pensión consistía en que el Ayuntamiento costeaba los siguientes gastos:

  • Honorarios del profesorado o academia particular en la que se preparaban para aprobar las asignaturas preliminares al ingreso en la Escuela de Ingenieros.
  • El precio de los libros e instrumentos que necesitaban para sus estudios.
  • Los gastos académicos o administrativos, cuya condonación no dependía de la Escuela de Ingenieros.
  • Gastos de expedición del título.

Las becas se adjudicaban por oposición y tenían derecho a tomar parte en esas oposiciones todos los alumnos y alumnas pobres, mayores de diez años de las escuelas públicas elementales de Bilbao, dentro de la edad en que reglamentariamente podían permanecer en la escuela.

En 1920 el Ayuntamiento introduce la condición de reservarse el derecho a comprobar en cualquier tiempo si el alumnado continúa en la condición de pobreza necesaria para disfrutar las becas.

En 1930 el Ayuntamiento convoca 12 becas para alumnos y alumnas de escuelas públicas de primera enseñanza, de nuevo previa justificación de pobreza, y se abre la posibilidad de elegir cualquiera de las carreras oficiales que exijan previamente la obtención del grado de bachiller. La pensión mensual se fija en 125 pesetas si cursan los estudios en Bilbao y 200 pesetas si hubieran de salir fuera de la Villa.

Cuando algún becario o becaria se distinguía por sus relevantes aptitudes y aplicación en la carrera, el Ayuntamiento gestionaba la concesión de una pensión para que ampliara sus estudios.

A partir de 2008, el Ayuntamiento de Bilbao incluye la excelencia como elemento clave para su consecución, de manera que el alumnado más brillante de la Villa tuviera la posibilidad de disfrutar de esta ayuda económica y reconocimiento público.

Y el número de aspirantes a las becas ha crecido considerablemente.