Más de la mitad de los positivos en residencias han superado la cuarentena y podrían recibir el alta médica. Información suministrada por la Diputación de Bizkaia

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El diputado general de Bizkaia ha anunciado esta mañana que se está estudiando ya un protocolo para que las personas mayores que se encuentran en residencias puedan recuperar su calidad de vida e ir normalizando la situación generada por el COVID-19 en estos centros. Unai Rementeria ha explicado que unas 418 personas podrían recibir ya el alta médica tras haber superado la cuarentena. Son más de la mitad de los positivos detectados en residencias.

Rementeria ha realizado este anuncio en las Juntas Generales durante una comparecencia a petición propia para dar cuenta de las actuaciones que viene desarrollando la Diputación Foral de Bizkaia en sus diferentes ámbitos competenciales para hacer frente a la situación generada por el coronavirus. Una comparecencia en la que ha detallado los pasos y decisiones adoptadas por la institución foral en las últimas semanas y en la que ha adelantado la labor que se está realizando para que Bizkaia afronte con garantías la compleja situación que seguirá al fin del confinamiento.

El diputado general ha comenzado su intervención con un mensaje de recuerdo para todas las personas fallecidas y que sufren aún los efectos de la enfermedad. Y ha dedicado palabras de emoción y agradecimiento para todas y todos los profesionales y personas voluntarias que mantienen con esfuerzo el territorio activo. Rementeria ha subrayado la dureza de esta crisis y ha explicado la difícil gestión que se afronta también desde las instituciones, que trabajan condicionadas por las urgencias, las incertidumbres y el miedo. “Les aseguro que la Diputación Foral de Bizkaia no ha parado por la crisis. Hemos estado donde debíamos, quizá con más nervios, más prisas y sin apenas tiempo para pensar, pero en nuestro sitio. Tomando decisiones y asumiendo responsabilidades. Y, sobre todo, buscando soluciones rápidas a problemas urgentes. Problemas inéditos, a los que nunca nos habíamos enfrentado”, ha relatado.

Las residencias, la prioridad

“Nos hemos volcado en lo urgente. Y, sobre todo, en ayudar a quien más nos necesitaba. Y quien más nos ha necesitado y todavía nos necesita son las personas mayores de Bizkaia. Las más afectadas por el virus. Las más vulnerables de esta crisis. Las que están en residencias y las que siguen en casa. Han sido y son nuestra prioridad absoluta. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para ayudarles. Para que pasen esta crisis con la mayor dignidad posible”, ha subrayado el diputado general.

Unai Rementeria se ha extendido en datos y detalles sobre la situación que atraviesan las residencias de personas mayores. “No bajamos la guardia. Seguimos con el máximo empeño. La bolsa de trabajo y los test al personal de baja han reforzado las plantillas de cuidadores. Hasta ayer se había facilitado la contratación de 80 auxiliares de geriatría y 12 diplomados universitarios de enfermería en 22 residencias. Hoy empezamos el reparto de otras 248.000 mascarillas quirúrgicas y otras 7.120 mascarillas de protección, batas y guantes. La situación sigue siendo complicada, pero menos que hace una semana. Las residencias siguen la misma tendencia que los hospitales, pero con ocho días de retraso. La misma ola ha llegado a nuestros centros esos ocho días después”, ha detallado el diputado general.

Y ha ofrecido más datos: de apenas una veintena de residencias afectadas, se ha pasado a 39. De un total de 155 residencias. Una red que atiende a 10.748 personas. De un centenar de positivos en las primeras semanas, se ha pasado a 824 positivos. Y de ellos, hay 153 hospitalizados. Y de esas 824 personas positivas, 418, más de la mitad, han superado la cuarentena. 418 personas que hoy podrían ser alta clínica por haber superado el virus.

Unai Rementeria ha considerado que los datos demuestran que el aislamiento está siendo fundamental, pero también ha recordado que modificar el régimen de visitas fue una decisión muy difícil. “El aislamiento era imprescindible, pero debe ser una medida excepcional. Y solo por el tiempo estrictamente necesario. Ahora toca pensar en cómo normalizar la situación poco a poco. Porque volvemos a hablar de personas sanas, que necesitan calidad de vida. Por eso ayer acordamos con el departamento de Salud que haremos la prueba a todas estas personas para confirmar que han superado el virus. Y que implementaremos entre todos un protocolo que permita de nuevo la convivencia en las residencias. Insisto en que las residencias son la prioridad. E insisto en que estamos haciendo todo lo posible. Hemos abierto dos centros para concentrar los positivos y minimizar los contagios. Y vamos a abrir, junto al departamento de Salud, un tercero en Santurtzi para acoger a personas con necesidades especiales, frágiles, que no pueden volver a casa”, ha anunciado.

El diputado general ha defendido una gestión rigurosa y responsable de los datos de víctimas y afectados en esta crisis. Tal y como ha explicado, la Diputación Foral de Bizkaia envía los datos todos los días al departamento de Salud y a la Fiscalía para que puedan contextualizarse. Asimismo, las familias de las personas residentes reciben información de manera directa. Por otra parte, la institución hace pública la evolución de contagios cada 48 horas y, como se viene haciendo desde hace ya 8 años, se dan a conocer mensualmente los datos de fallecidos en las residencias del territorio. “Creemos que esta forma actuar es más rigurosa y responsable. Creemos que esta forma de presentar los datos también es más rigurosa y responsable. Si hay un repunte de mortalidad en la sociedad también lo habrá en las residencias. Incluso mayor, porque se trata de la franja de población más afectada; la franja de población, precisamente, que vive en las residencias. No tenemos nada que esconder”, ha aseverado Rementeria, quien a continuación ha detallado los datos del último reporte enviado a la fiscalía y a Saldud. Así, desde el inicio de la crisis, de las 10.000 personas ingresadas en residencias, 157 han fallecido por Covid-19, y veinte con sospecha. 247 profesionales de baja por positivo. El índice de letalidad por Covid-19 entre la población de 80 a 89 años es de un 20,4 % en Euskadi, en las residencias de Bizkaia es del 18,16 %.

Sobre las personas mayores que viven solas en sus domicilios, la Diputación Foral de Bizkaia ha realizado 15.710 llamadas hasta ayer para hablar con estas personas y conocer su situación y necesidades. Se ha activado un programa de ayuda con las compras y otro con los medicamentos, coordinados con el departamento de Salud del Gobierno Vasco y el colegio de farmacéuticos. Ambos acompañados desde Bizkaia Gara, la red con 3.774 personas voluntarias del territorio.

Indicadores económicos

“Los daños económicos de la crisis también van a ser cuantiosos. Son otra de las grandes incertidumbres de este momento. Los indicadores que manejamos son preocupantes. El paro ha aumentado a niveles de 2010, a niveles de crisis. 72.668 personas. 5.373 personas más que las registradas en marzo de 2019, un 7,98% más. El número de expedientes de ERTEs superaban los 10.000 al cierre de marzo. El 98 % de ellos forzosos, afectando a 60.300 trabajadores y trabajadoras. La primera estimación prevé una caída del PIB del 3,6 % en la economía vasca. Esta bajada del PIB en un 3,6% supondría una reducción de mil millones en la recaudación de Bizkaia. Y supondría 300 millones menos para la Diputación y los ayuntamientos de Bizkaia. Son solo previsiones, en unos meses sabremos la afección real. Debemos prepararnos para un escenario de caída de recursos públicos. Y ese escenario nos deja una máxima: No podemos dejar caer la actividad económica. Salud y economía deben ser compatibles”, ha reflexionado Rementeria.

Así, el diputado general ha pedido que se tomen las medidas necesarias para garantizar la salud de las y los trabajadores en las empresas. Y ha recordado que la Diputación mantiene un estrecho contacto con todos los sectores económicos y aprobó el pasado 18 de marzo una primera batería de medidas tributarias urgentes pensando en los sectores más impactados y en su falta de liquidez. “Por eso aplazamos el pago de impuestos por parte de autónomos, microempresas y pequeñas empresas durante tres meses sin garantía y sin devengo de intereses de demora. Por eso procedimos a la suspensión voluntaria de los pagos fraccionados del IRPF de los autónomos del primer y segundo trimestre de 2020. Por eso agilizamos las devoluciones a empresas y autónomos. Y por eso hemos mantenido el inicio de la campaña de renta, para agilizar las devoluciones a los contribuyentes y que les llegue liquidez. Quiero destacar que intentaremos que las primeras devoluciones sean para autónomos”, ha recordado.

Mesa de crisis y coordinación interinstitucional

Unai Rementería ha explicado que el Consejo de Gobierno de la institución foral se reúne cada día de forma telemática y que existe una mesa de crisis dirigida por el propio diputado general que se creó el pasado 16 de marzo para centralizar la información sobre el estado del territorio, los servicios públicos y la coordinación con otras instituciones y organizaciones. Sin embargo, las primeras medidas y decisiones de la Diputación Foral de Bizkaia se remontan al 25 de febrero, cuando todavía no se habían detectado casos positivos en Euskadi. Ese día el departamento de Acción Social abordaba ya la primera planificación sobre el Covid-19. Y dos días más tarde, el departamento de Administración Pública y Relaciones Institucionales enviaba la primera comunicación a toda la plantilla con normas de higiene e información sobre el virus.

Desde entonces las decisiones han sido diarias en todos los departamentos. Rementeria ha recordado que en las jornadas previas a la declaración del estado de alarma, ya se procedió al cierre de servicios presenciales de atención, la ampliación del plazo de convocatorias públicas, el fomento racional en el transporte público de la distancia entre viajeros, llamamiento a personas mayores para que permanezcan en domicilios el impulso del teletrabajo entre el personal funcionario y la activación en toda extensión del Plan Foral de Emergencias.