Las sucesivas huelgas desatan un caos en el Registro Civil

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Las consecutivas huelgas en el sistema judicial durante este año están causando un gran colapso en los tribunales y en los Registros Civiles, los encargados de documentar cambios importantes en la vida de las personas.

Este problema está ocasionando retrasos significativos en procedimientos como los matrimonios y los cambios de género, que ahora cuentan con el respaldo de la reciente legislación de identidad de género.

La falta de personal y las limitaciones en los servicios mínimos están agravando la situación. Particularmente, los trámites para los cambios de género, que se realizan en el área de filiaciones, están actualmente en pausa debido a las huelgas.

El Registro Civil, una entidad con una larga historia, ha pasado por numerosas reformas a lo largo de los años para adaptarse a los constantes cambios en la sociedad. La Ley 20/2011, que debía haber entrado en vigor tres años después de su publicación, no se implementó hasta 2021 con la Ley 6/2021. Esta legislación contempla la creación de un único Registro Civil digitalizado, que aún no está totalmente operativo en todo el país.

El registro civil bilbaíno está sobrecargado de trabajo. Las secciones de nacimientos, matrimonios, defunciones y tutelas están sintiendo especialmente el impacto de la huelga. Los procesos para los matrimonios civiles están muy paralizados, y sólo se están realizando aquellos que involucran a personas con riesgo de muerte o cuyos expedientes ya estaban completos antes del inicio de la huelga.

Además, la sección de certificados también está sufriendo retrasos, acumulando enormes cantidades de solicitudes para matrimonios, defunciones, renovación de documentos de identidad, inscripciones escolares y correcciones de errores.

Asimismo, la sección que se encarga de cambios de género y otros asuntos de filiación está paralizada, lo que está causando problemas para aquellos que desean hacer un cambio de género.

Esta crisis está afectando no sólo a los ciudadanos que necesitan acceder a los servicios del Registro Civil, sino también a la eficacia general del sistema judicial. La creciente acumulación de trámites está agravando el ya de por sí complicado panorama en los juzgados y registros civiles, afectando a los derechos de las personas y a la correcta implementación de la ley.

El problema se ha extendido por todo el país, y los registros civiles, considerados por muchos como los grandes olvidados de la Justicia, luchan por mantener sus operaciones a pesar de las dificultades.

Se están realizando esfuerzos para resolver la situación y garantizar que puedan retomar su normal funcionamiento lo antes posible. Sin embargo, aún es incierto cuándo se resolverá la crisis y qué impacto a largo plazo tendrá en el sistema judicial y en la vida de las personas que dependen de estos servicios.