La Encartada Fabrika-Museoa ofrece una mirada a la Historia Industrial a través de la retrospectiva de Gerardo D’Abraira

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Presentación de la exposición Paisajes desvanecidos en el aire.

La Encartada Fabrika-Museoa, gestionada por la Diputación Foral de Bizkaia, abre sus puertas a una exposición que ofrece una mirada única al pasado industrial.

La diputada de Euskera, Cultura y Deporte Leixuri Arrizabalaga, el comisario de la exposición Javier González de Durana y la directora de La Encartada Fabrika-Museoa Ainara Martinez Matía han presentado la nueva exposición temporal Paisajes desvanecidos en el aire que muestra la obra del dibujante Gerardo D’Abraira.

La diputada Leixuri Arrizabalaga ha destacado durante la presentación que «a través de la exposición recopilamos, por primera vez, todas estas obras de D’Abraira en un solo lugar». Arrizabalaga ha subrayado que «tanto la muestra Paisajes desvanecidos en el aire como este mismo espacio de La Encartada, son ejemplos de recuperación y difusión. Elementos que contribuyen a mantener viva la memoria de nuestro territorio y que renuevan, una vez más, el compromiso de la Diputación Foral de Bizkaia con el patrimonio industrial, reconociendo su importancia en la preservación de nuestra historia».

La exposición presenta la obra del dibujante bilbaíno Gerardo D’Abraira, quien en las décadas de 1940 y 1950 plasmó visualmente el poderío industrial del País Vasco mediante vistas aéreas elaboradas a tinta y acuarela en grandes soportes de papel. D’Abraira, un meticuloso documentalista, no solo capturó la esencia de las instalaciones fabriles, sino que también demostró ser un profesional del más alto nivel, lo que es evidenciado por la precisión de su técnica y la sutileza en el tratamiento de la línea, el color y los detalles.

La exposición reúne más de una veintena de dibujos, representando vistas aéreas de empresas vascas como Altos Hornos de Vizcaya, La Conchita, Sarralde, J. J. Krug, Safesa, Unceta y Productos Vulcanizados, así como de empresas fuera del País Vasco, como Fabril Sedera (Burgos), Metalúrgica del Tormes (Salamanca), Lino Enguídano (Valencia) y Bertrand i Serra (Manresa). Son obras impactantes por sus grandes dimensiones y por la precisión de su técnica, que reproduce con exactitud casi fotográfica los edificios.

El prestigio alcanzado por el buen hacer de Gerardo D’Abraira le hizo ser reclamado desde otras áreas industriales de la península para elaborar unas imágenes que no era posible conseguir entonces mediante la fotografía aérea, la cual a partir de los años 60 terminaría arrinconando un tipo de trabajo en el que convergían lo artesanal, lo artístico, el marketing y la comunicación visual en el ámbito de la industria moderna.

D’Abraira no pretendía mostrarse como un artista creativo a través de sus dibujos, sino como un fiel y meticuloso documentalista de las instalaciones fabriles de las empresas que requerían sus servicios. No obstante, la limpieza de sus líneas y trazos, el encantador verismo de los detalles, la eficaz solvencia en el manejo del color y la suavidad envolvente de sus atmósferas revelan que era dueño de cualidades profesionales del más alto nivel.

La exposición se estructura en cuatro ámbitos que trazan la destacada carrera de D’Abraria. En el primero, se destaca su preferencia por medidas específicas de papel para sus dibujos, influida por las empresas que le encargaban los trabajos y las implicaciones de costo asociadas con el tamaño y la introducción del color. El segundo explora la expansión geográfica de D’Abraira, desde sus inicios trabajando para empresas de Bizkaia hasta su demanda creciente desde otros territorios, abarcando desde vistas aéreas hasta solicitudes más detalladas. El tercer ámbito se centra en el reconocimiento de su trabajo fuera del País Vasco, subrayando la apreciación en Burgos, Salamanca, Alicante y Barcelona, con especial énfasis en cómo, en general, las empresas de fuera del País Vasco han conservado sus obras con más cuidado. Por último, el cuarto ámbito aborda la difusión y pérdida de sus obras, destacando la amplia distribución de reproducciones fotográficas por parte de empresas y la pérdida de algunos originales. En conjunto, estos ámbitos proporcionan una visión completa de la evolución y el impacto de la obra de D’Abraira en diversos aspectos técnicos, geográficos y de difusión.

La Encartada Fabrika-Museoa invita a quienes se interesan por la historia y el arte a explorar esta fascinante exposición hasta el día 7 de julio.