Verano saludable II: mitos sobre dos frutas de verano. Información suministrada por Conservas Serrats

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Junto con las ensaladas, de las que ya hablamos hace un par de semanas, la fruta es otro de los ingredientes clave para un verano saludable. Pero sobre algunas pesan mitos que hacen que algunas personas les tengan miedo y dejen de consumir ciertas frutas típicas de verano. ¡Con lo ricas que están!

Por eso, hoy dedicamos el segundo post de la serie verano saludable a desmentir dos de los mitos más extendidos sobre las frutas de verano, relativos  al melón y las cerezas.

Mitos sobre el melón y las cerezas

Mito 1: El melón por la noche…

Uno de los mitos más extendidos en el mundo de la fruta es que «el melón por la noche es malo». Pero lo cierto es que el melón, como cualquier otra fruta, se puede tomar a la noche sin problema, ni engorda ni nos “mata”.

¿Qué puede pasar si comemos melón a la noche?

  • Por un lado que, como aporta mucha agua, nos haga levantarnos mucho a la noche para ir a orinar y,
  • por otro lado, como suele ser una fruta que gusta mucho, solemos comer una «buena ración» del mismo y puede que no nos siente tan bien;
  • pero, en general, nada, no pasa nada.  Simplemente que comemos fruta, ¡que siempre (salvo ante determinadas intolerancias) es bueno!

Mito 2: ¿las cerezas engordan?

¡Qué ricas las cerezas y, además, están en su mejor momento!

«Pero no las puedo comer porque engordan…» ¡No es cierto! Se pueden comer, como cualquier otra fruta, cuidando la cantidad (ya que, como con el melón, el problema suele ser la cantidad, y en el caso de la cereza es muy fácil pasarse).

Nos aportan mucha vitamina A y C, son muy ricas en antioxidantes y tienen mucha fibra en forma de pectina, por lo que ayudan a controlar los valores de colesterol y triglicéridos ,así como a combatir el estreñimiento.

Además, y como curiosidad, nos aportan ácido acetil salicílico (aspirina natural) por lo que nos ayuda en procesos que cursan con dolor, como la artrosis, y melatonina (ayuda a regular los ciclos del sueño).

Mito 3: cerezas y agua

También es un mito que no se puede beber agua después de comer cerezas. Se puede, se puede, solo hay que tener cuidado si nos hemos dado un empacho de las mismas (una vez más, la cantidad).

Ideas con melón y cerezas

Para terminar, os damos un par de deliciosas ideas para disfrutar de estas frutas estivales de una forma diferente, combinando sus propiedades con las del pescado azul.

Por ejemplo, en lugar del típico melón con jamón, podemos tomar melón con bonito en escabeche, una combinación original y muy sana.

También podemos hacer deliciosas ensaladas con frutas. Por ejemplo, preparar una ensalada verde con cerezas, anchoas y yogur.

Ensalada con cerezas y anchoas

¡Feliz y saludable mes de julio!

Dra. Arantza López-Ocaña