El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, homenajea a «La Otxoa» en la recepción especial de Aste Nagusia 2019

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El Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao se ha convertido un año más en el epicentro de las fiestas de la Villa, con motivo de la recepción institucional que cada año ofrece el Alcalde Juan Mari Aburto para agradecer y reconocer la labor de todas las personas, empresas, entidades y asociaciones que trabajan para que todo salga bien en Aste Nagusia.

Acompañado por la Corporación Municipal, el Alcalde Aburto ha recibido a más de 200 personas, entre las que se encontraban representantes institucionales, konpartsas, comercio, hostelería, compañías de teatro y del espectáculo en general, entidades culturales y empresariales, varios Ilustres y Embajadores de Bilbao, además de trabajadores y trabajadoras del propio Ayuntamiento y un largo etcétera.

Tras dar la bienvenida a Bilbao a todas las personas llegadas de fuera, Juan Mari Aburto ha destacado la importancia simbólica del cartel anunciador de la edición de este año, “Gure mundua” (nuestro mundo). “Este cartel elaborado por Mario Larrinaga, nieto de nuestro querido Kiko Mochales, uno de los creadores de la actual Aste Nagusia, revela claramente nuestro orgullo de pertenencia a Bilbao, a esta ciudad abierta al mundo, que aspira a convertirse, por lo menos durante estos nueve días, en la capital mundial de la fiesta y de la convivencia”, ha dicho el Alcalde.

En ese sentido, Aburto ha señalado que “en Bilbao la fiesta es respeto, diversidad, participación e integración”, y que todo el mundo tiene su hueco en Aste Nagusia, “que abre sus puertas a todos los acentos y a todas las formas de divertirse”.

Un año más, el Alcalde de Bilbao ha destacado “el comportamiento generalmente ejemplar de las cientos de miles de personas que cada día disfrutan de Aste Nagusia”, y ha recordado que “en Bilbao decimos no a la falta de civismo, no a las peleas y a los robos, no a la xenofobia y un no, aún más rotundo si cabe, a la violencia contra las mujeres, a las agresiones sexistas y a la LGTBIfobia”.

HOMENAJE A “LA OTXOA”

Como todos los años, la recepción que el Alcalde Aburto dedica a la sociedad bilbaina en el ecuador de Aste Nagusia, se ha convertido una vez más en un sencillo y emotivo acto de homenaje a una de las personas más vinculadas al espíritu festivo de Bilbao: el conocido artista bilbaino José Antonio Nielfa, “La Otxoa”.

Como ha recordado el Alcalde, “hace exactamente 30 años, José Antonio revolucionó nuestra visión de Aste Nagusia, cuando, subido al escenario de Pinpilinpauxa, convirtió su inolvidable “Libérate” en uno de los himnos festivos de Bilbao, símbolo de tolerancia y de convivencia, y precursor de todo el movimiento reivindicativo de estos últimos años a favor de la libertad de opción sexual y de género para todas las personas”.

Nacido el 11 de septiembre de 1947 en la calle San Francisco de Bilbao, José Antonio Nielfa es uno de los grandes pioneros del movimiento gay en Euskadi y en el Estado. De pequeño, después de varios años trabajando en el bar de txikiteros de su tío, el “Lecumberri”, José Antonio se incorporó al conocido bar “8A” de la calle San Francisco, de donde con el paso del tiempo tomó su nombre artístico.

Su trayectoria artística arranca a mediados de los 60, en Barcelona, probablemente bajo la influencia de aquel ambiente bullicioso y bohemio que conoció en su adolescencia, con cerca de 200 cabarets y 50 locales con orquesta en el entorno de la calle Cortes, desde Zabala hasta Bilbao La vieja. Precisamente en Barcelona, en plena primavera de 1968, es detenido y encarcelado por su condición sexual, en virtud de la ley franquista de vagos y maleantes. Tras la muerte del dictador, mantuvo estrechos vínculos con la “movida madrileña” y, al regresar a Bilbao, se convirtió en uno de los grandes nombres propios de la gran lucha social a favor de los derechos LGTBI.

Desde entonces, en palabras del Alcalde Juan Mari Aburto, “José Antonio Nielfa ‘La Otxoa’ se ha convertido en uno de los rostros más conocidos y representativos de la Aste Nagusia y del espíritu festivo de Bilbao, y desde el mundo de la hostelería y del espectáculo, ha contribuido a visibilizar y normalizar la realidad amplia y diversa del colectivo LGTBI”.